Nuevas paternidades: más conectados, comprometidos e involucrados con la crianza

Estos modelos de paternar están creciendo junto a las nuevas generaciones. La presencia activa en la vida familiar a partir de la construcción de vínculos sólidos y conscientes. El nuevo rol de la paternidad emocional y cómo se reconfiguran los nuevos imaginarios de la familia, según una investigación reciente

INFOBAE por Mariela Mociulsky

“Abajo el patriarcado”. La consigna que se escucha en las marchas del 8M rueda por el mundo y fue protagonista de la serie del momento, Succession. El personaje de Kendall Roy, el hijo díscolo del patriarca multimillonario más villano de todos los tiempos, se rebelaba así contra su padre en la segunda temporada de la serie que muestra los trapitos sucios de una familia disfuncional.

El rol de Logan Roy, el padre que nadie querría como propio, es clave, pero a la vez, caricaturiza situaciones con sesgos machistas, despóticos y ambiciosos por el poder.

A contramano del modelo de padre con escucha atenta, el patriarca de HBO fomenta la rivalidad y la competencia entre los hermanos y deja muy baja la vara del afecto.

Las nuevas paternidades, en cambio, asumen responsabilidades compartidas y están abiertas al debate sobre los alcances del fin del patriarcado.Si la menstruación sucede cuando le toca al papá, salen juntos a comprar toallitas al supermercado. Si hay que ir a buscar a los chicos a una fiesta o acompañarlos en días difíciles, el papá está dispuesto a poner el hombro.

Aunque estos modelos de paternar no son la mayoría aún, están creciendo junto a las nuevas generaciones. El rol del papá en la crianza y su participación activa en el día a día asume dinámicas en constante transformación.

En este sentido, las perspectivas de género abordan nuevas problemáticas en cuanto a las nuevas masculinidades que tienen las puertas abiertas para expresar su sensibilidad y puntos de vista: más conectados, comprometidos e involucrados con la crianza.

De los valores tradicionales a estos tiempos caracterizados como “momento bisagra”, se equilibra cada vez más la balanza de las tareas y responsabilidades en el hogar. Los platos, las decisiones, las compras, los traslados de los chicos, las actividades escolares y extra escolares. “Compartir en vez de colaborar” pareciera ser la regla de las nuevas configuraciones familiares, cuyas dinámicas incluyen algunos conceptos clave. La corresponsabilidad, que destraba el nivel de los roles tradicionales de género al distribuir de manera más equitativa las tareas.

En segundo lugar, la paternidad involucrada, que ratifica la presencia activa en la vida familiar, a partir de la construcción de vínculos sólidos que involucran el compromiso y la demostración afectiva. En tanto, surge con fuerza el modelo de paternidad emocional, basada en la importancia de la conexión.

Relevamiento sobre los nuevos imaginarios de la familia

Desde Trendsity, estudiamos cómo se están reconfigurando los nuevos imaginarios acerca de la familia, que ponen el foco en la discusión sobre los formatos tradicionales y además, la creciente tendencia a consolidar grupos familiares menos numerosos o directamente, sin intenciones de procrear.

Impulsamos una investigación que relevó la opinión de mil argentinos y argentinas entre 16 a 75 años, y entre otros resultados, el que más llama la atención es que el 67 por ciento cree que tener hijos dejó de ser un mandato.

La libertad por encima de las exigencias tradicionales gana terreno entre los encuestados y encuestadas de 26 a 39 años, con mayor nivel socio económico, que elige esquivar estos preceptos en función de dedicar la energía a proyectos laborales y otras experiencias.

La evolución del concepto de familia asume distintos movimientos según las épocas. Hoy presenciamos cómo se desploman los pensamientos clásicos de unidad productora y reproductora, para constituir otras ideas, una nueva unidad emocional donde los lazos afectivos pisan fuerte.

La búsqueda de nuevas identidades ¨en tribu¨, es otra dinámica que creció en los últimos tiempos y a la que también se suman madres y padres jóvenes en busca de contención y acompañamiento para la crianza. Se amplía la lógica de red en círculos que exceden los lazos familiares y se abren nuevas perspectivas de intercambios.

De esta manera el informe toma en cuenta la acelerada baja de la fecundidad y la menor mortalidad. A mediados del siglo pasado, la tasa de crecimiento anual de la población regional era de 2,8%, en la actualidad es de solo 1,2%. Quedan atrás los tiempos en que América Latina era calificada como joven.

Es decir que las personas viven más y tienen menos hijos. La edad promedio de la población en la región era en 1950 de 19,8 años. Según las proyecciones, la edad promedio en 2050 será de 40,8 años.

Además, el impacto de los cambios demográficos se articula con las cicatrices que dejó la pandemia, sobre todo en la generación Z, que parece responder a la premisa de menos hijos y más mascotas. La consigna conlleva sensaciones de incertidumbre, dificultades para proyectar en contextos económicos adversos, con altas tasas de desocupación y un índice de inflación que ya acumula más del 108%. Factores que generan enormes trabas a la hora de tomar responsabilidades a largo plazo.

Sin embargo, hay una pequeña luz al final del túnel: el sistema integral de políticas de cuidado del gobierno presentó un proyecto de ley para ampliar la licencia por maternidad (se llamaría de persona gestante) a 120 días y para los padres (o persona no gestante) a 90 días, es decir, 88 días más.

Maternidad y paternidad como construcciones socioculturales despliegan nuevas realidades de acuerdo a los contextos históricos y conforman dinámicas que ponen el acento en la estructura familiar actual.

Con participación activa, con la convicción de no repetir esquemas piramidales y con la responsabilidad compartida, la nueva generación brinda un abanico de oportunidades para el mercado y las empresas en relación con los gustos, las necesidades y las nuevas exigencias del consumidor. Comunicaciones transparentes y estrategias que vayan más allá de mostrar a varones cambiando pañales de manera torpe, formarán parte de los nuevos desafíos para asumir vínculos sinceros donde se legitimen las acciones implementadas.

En este sentido, la gestión de la creatividad favorecerá a aquellas marcas que mejor desarrollen los valores y necesidades a partir de representaciones inclusivas y mensajes empáticos que ponderen la conexión emocional.

Ver la nota

Comparte

Facebook
Twitter
LinkedIn