Consumidor, gobiernos e infraestructura: los desafíos y oportunidades de tres sectores que se están transformando

La tecnología está presente en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana y la transformación digital parece ser ilimitada. En esta nota se la analiza desde el punto de vista del consumidor y también de las ciudades. En todos estos casos la conectividad y su regulación es un tema clave.

LA NACION por Maia Bubis Perera

En la Argentina, la economía digital se constituye como el 19% del PBI y hay unos 39 millones de usuarios con acceso a internet, cifra que crece anualmente un 6,8%, a pesar de que la infraestructura local es desigual en cuanto a su distribución. A esta realidad se le suma un año electoral, que permite proyectar un nuevo escenario de ideas y liderazgos.

En este contexto, Mariela Mociulsky, fundadora y CEO de Trendsity, consultora de investigación, innovación y tendencias de alcance regional, se refirió a cómo la realidad aumentada está cambiando la forma de consumir.

¿Cómo es el nuevo consumidor? Se preguntó Mociulsky, en el marco del quinto capítulo de “La revolución de la economía digital”, evento organizado por LA NACION. Por un lado, valora más la responsabilidad. “Nos vamos asumiendo como artífices del destino planetario y comunitario”, explicó. Se vincula directamente con “asumir la búsqueda de una felicidad equilibrada”.

La necesidad de seguridad se desprende de este último concepto. “En un mundo cada vez más cambiante, es todo lo que nos provea sensación de amparo”, dijo. Por ejemplo, saber qué habilidades serán requeridas en el futuro. Mociulsky mencionó las experiencias phygital, mezcla del mundo físico con lo digital, que están creciendo cada vez más y que “se valoran muchísimo a la hora de consumir”, como los catálogos inmersivos, poder visitar las tiendas, probar los productos, verificar la trazabilidad de los productos y la personalización.

Respecto de la realidad aumentada, se calcula que en 2026 va a representar casi US$90.000 millones como sector. Esta tecnología tiene muchos usos y beneficios en distintas verticales de negocios. “En Educación, se puede usar para transformar conceptos abstractos en vivencias tangibles, que generan un compromiso diferente con los estudiantes. En Medicina, permite adquirir habilidades en un entorno virtual más seguro”, ejemplificó.

Su utilización se extiende a otras categorías. “En el caso de los vinos, con la realidad aumentada podemos ver cuál es su aroma, qué tipo de varietal tiene, el recorrido del enólogo, las características del clima, suelo, riego”, apuntó. En el caso del mundo de la moda, la hace más sostenible, porque evita la generación de desperdicios, sumó.

Losinfluencers creados por inteligencia artificial son cada vez más requeridos por la industria de la moda y el lujo. El QR puede servir para ver la veracidad de cada producto, si es el original o una réplica, explicó Mociulsky.

Todos estos avances tecnológicos de la revolución digital conllevan vías para generar confianza en ellos. Mociulsky se refirió a la institucional (“generar leyes”), la motivacional (“explorar con responsabilidad para un mejor uso”), la de la conciencia (”responder a las preocupaciones que tenemos en un mundo tan cambiante”) y la vía de los beneficios (”mostrar cómo las innovaciones pueden tener un impacto positivo en el bienestar de la humanidad”).

Acompañando a las ciudades en una transformación digital

Delfina Irazusta, fundadora y directora ejecutiva de la Red de Innovación Local (RIL), propuso comprender cuál es el contexto en el que se estamos escuchando la conversación sobre la revolución digital, específicamente en este año electoral, en el que hay mucha expectativa sobre lo que va a pasar a nivel nacional y provincial.

Para ello, se refirió al monitor electoral creado desde RIL, con el cual, después de cada domingo, provincia por provincia, analizan lo que está sucediendo. “La Argentina tiene 2308 localidades, de las cuales este año tienen elecciones 2040 -contó Irazusta-. Casi 59% de las localidades va a cambiar el intendente”. Y remarcó: “Vienen equipos nuevos, visiones nuevas”.

Este año, RIL desarrolló el programa “transiciones responsables”. “Estamos haciendo reuniones con muchos de los nuevos intendentes”, agregó. En el contexto de la transformación digital, uno de los principales temas que analiza un intendente cuando está armando su proyecto es qué Estado tiene, contó.

En las 267 localidades donde además va cambiar el partido político, la transformación digital surge como tema principal. Irazusta presentó la herramienta creada por RIL, el “Índice de transformación digital”, que evalúa las estrategias de un gobierno local con respecto a este tema y sus resultados. “Hoy, los gobiernos están a mitad de tabla, hay mucho desarrollado, pero también falta mucho por hacer”, dijo.

Este índice compila las acciones necesarias para tener una estrategia muy sólida, como tecnología y conectividad, ciberseguridad, interoperabilidad, procesos digitales, visión central en el ciudadano, servicios digitales, cultura y gestión del cambio, entre otras. La herramienta muestra cómo está cada provincia en cada uno de esos ejes, y arroja que hoy las estrategias en transformación digital están avanzadas en promedio un 50,81%. “Hay ciudades líderes, que son Córdoba y Corrientes, que se acercan a un 80% o 90% como promedio”, indicó Irazusta. En cambio, hay otras con “oportunidades de mejora”, que rondan el 17%.

Irazusta también mencionó el programa +Comunidad, que reúne “historias de transformación digital”. Por ejemplo, cómo una ciudad argentina pasó de tardar nueve meses en una aprobación para una obra particular, a hacerlo en 15 minutos. “¿Vos querés vivir en una ciudad que tenga un gobierno digital?”, disparó finalmente Irazusta. Hoy hay dos programas para acompañarlos a ser protagonistas de las transformaciones: ciudades digitales y ciudades del conocimiento, “con un foco fuerte en conectividad y en oferta educativa, que pueda acompañar la revolución de la que estamos hablando”.

Regulación y desafíos del sector de las telecomunicaciones

Maryleana Méndez, secretaria general de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), aportó su mirada respecto a los retos para el sector de telecomunicaciones de aquí al futuro. “Los desafíos son muchísimos, porque ha sido un actor central en toda la revolución digital”, explicó la experta, y aseguró que se ha convertido en un “aliado para la transformación digital productiva”.

En la Argentina, describió Méndez, esta transformación se ha dado en sectores clave, como el “minero, la ganadería y la industria del conocimiento”. Respecto del desafío central, aseguró que es “conectar a los no conectados, y mejorar la conectividad a los que ya la tienen”. Y esto es posible con el “desarrollo de agendas transversales que determinen la ruta, a través del diálogo público y privado, y, por supuesto, con la estabilidad del sector a largo plazo”.

Méndez explicó que las grandes transformaciones de consumo de los usuarios hacen que el tráfico sea cada día mayor, lo cual implica “que la inversión necesaria sea mayor también”. En este contexto, se da la necesidad de modernización del marco normativo, “para promover la inversión y el despliegue de nueva infraestructura”.

Otro desafío que surge son los “altos costos de espectro”. En el caso de la Argentina, “el desequilibrio macroeconómico, la devaluación de la moneda local y la inflación tiene impacto en un sector de alta competencia en pesos y costos en dólares”, señaló Méndez. Desde e2022 se muestra una caída del 17% para los ingresos de los operadores, “y esta tendencia continua en 2023″, advirtió.

El ingreso promedio por usuario sirve para medir el ingreso para los operadores. “Mientras en 2013 estaba alrededor de US$14, ahora está alrededor de US$5″, dijo. En países más desarrollados, está en el orden de los US$20 a US$30 por usuario. La compra de equipos es también en dólares y esto es otra dificultad.

Méndez explicó que lo más importante es el valor social del espectro radioeléctrico, que es relevante “en la que medida que se ponga al servicio de los ciudadanos”, ya que no se puede almacenar.

En relación a los próximos desafíos que deberán abordar los nuevos gobiernos en materia de telecomunicaciones, Méndez indicó: “Es muy importante la certidumbre jurídica, una simplificación regulatoria y una agenda digital para los distintos actores”.

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