Trendsity

MAYO 2025

Desde el Observatorio de Trendsity, nuestro equipo de investigación de mercado, insights y data está permanentemente monitoreando nuevos hábitos, prácticas y tendencias que constituyen uno de los pilares de los estudios y reportes que realizamos diariamente para nuestros clientes de diversas industrias y verticales.

En esta edición te traemos:

FRONTERAS POROSAS

Alta costura en cuatro patas: ¿Por qué las grandes marcas apuestan al mercado pet-friendly?

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La humanización de las mascotas ya no es solo una tendencia cultural, sino una oportunidad estratégica para las marcas. Adidas Originals, Gucci, Moschino, Ralph Lauren y más firmas se suman a una ola que convierte a los animales de compañía en verdaderos consumidores de moda.

Cada vez más marcas globales se suman a la expansión del lujo, diseño y lifestyle hacia el universo animal. El fenómeno de la humanización de los animales encuentra en el diseño de indumentaria, accesorios y cuidado estético una nueva dimensión y expansión del negocio.

El mercado de productos premium para mascotas crece a doble dígito en muchos países. Según Euromonitor, la categoría “petwear” se disparó con el crecimiento del e-commerce y la demanda de experiencias personalizadas durante la pandemia. Pero más allá del impulso coyuntural, hay un cambio de base, tal como venimos anticipando desde hace años desde Trendsity, las mascotas se consideran parte de la familia, el bienestar animal se alinea con el bienestar personal y las marcas buscan nuevas formas de conexión y storytelling acorde a la tendencia creciente.

Pocos días atrás, Adidas Originals presentó una colección cápsula retro para mascotas en China. Incluye remeras Adicolor en versión mini, collares de cuero y bolsos de transporte con diseño urbano. La marca alemana no es la única. Gucci Pet Collection, con su icónico diseño GG y precios de lujo, lanzó camas, ropa y correas para mascotas, todo pensado para el cliente que busca alinear el estilo personal con el de su mascota. En la lista se suman Moschino x H&M (en una de sus cápsulas colaborativas más disruptivas, incluyeron abrigos y accesorios caninos, siguiendo su estilo maximalista); Ralph Lauren (su línea RL Pet incluye desde sweaters hasta acolchados en tartán escocés) y Versace, que presentó una línea de collares y bowls de comida con sus patrones barrocos y el logo de Medusa.

Mensaje para los negocios: Para muchas marcas, vestir a las mascotas es también una forma de extender su universo aspiracional y reforzar identidad en una comunidad altamente visual. Pensar en mascotas ya no es solo para marcas petcare. Desde el diseño hasta la experiencia de marca, hay una oportunidad real de crear productos, colaboraciones o narrativas que incorporen a los animales como parte del lifestyle de los consumidores.

RAÍCES MÓVILES

Sociabilidad con menos  alcohol: la Gen Z redefine el ritual del encuentro

La sobriedad ya no es sinónimo de aburrimiento. Para buena parte de la Generación Z, beber alcohol no es un mandato social. La tendencia del “mindful drinking” crece, y con ella, nuevas oportunidades para marcas, productos y experiencias que no necesitan alcohol para conectar socialmente a las personas.

Durante décadas, el alcohol fue protagonista indiscutido del tiempo libre: salidas, eventos, citas o celebraciones. Sin embargo, cada vez más jóvenes eligen no tomar, tomar menos, o consumir con mayor conciencia, impulsando una transformación cultural que resignifica la socialización.

¿Por qué parte de Gen Z  elige no beber alcohol marcando una diferencia clara con generaciones anteriores. Salud mental, claridad, enfoque en el bienestar y una identidad que parecería ya no necesitar exclusivamente la desinhibición para expresarse y conectar con otros parecerían estar entre las respuestas.

Las marcas siguen de cerca el cambio de comportamiento. Athletic Brewing Co. y Ghia son pioneras en bebidas sin alcohol con diseño cool, sabor complejo y branding aspiracional. Le Petit Beret, en Francia, se presenta como un “vino sin fermentación”, ideal para quienes quieren brindar sin alterar sus sentidos. Tom Holland (el actor de Spider-Man) lanzó The Brothers Trust, una línea de bebidas sin alcohol que apuesta a un mensaje positivo y saludable.

Nuevos rituales también prescinden del alcohol como núcleo de encuentro. En Buenos Aires, los Coffee Raves (donde el café reemplaza al trago y el encuentro se traslada a horarios diurnos) son furor.  En Estados Unidos, los sober bars, lugares para bailar, conocer gente o socializar sin necesidad de alcohol, como Listen Bar (NYC) o Sans Bar (Austin) están en alza.

Mensaje para los negocios: La Gen Z está transformando el significado de compartir tiempo libre y el alcohol no necesariamente está en el centro de la escena. Al mismo tiempo, el bienestar ya no es una tendencia individual, sino un patrón cultural que redefine cómo, cuándo y con quién se conectan las personas. En este nuevo mapa, las marcas que destaquen serán las que logren diseñar productos y experiencias que acompañen ese cambio con versatilidad, sentido y alineadas con nuevas formas de disfrute.

EGOBALANCE

Millennials y hobbies: antídoto emocional

Luego de años atravesando el desgaste del burnout y vidas moldeadas por la productividad, los millennials se están reconectando de manera profunda con sus hobbies, ya no como un “pasatiempo”, sino como un antídoto emocional contra la ansiedad del presente a la que le suman dosis de aspiración y pretensión.

La escritora Anne Helen Petersen bautizó este fenómeno como “Millennial Hobby Energy”, un impulso que combina intensidad y ambición ¿El resultado? Lo que debería ser ocio, se convierte en un proyecto de escala épica, muchas veces acompañado de una cuidada estética y una identidad visual propia. Por ejemplo,  personas que empiezan a correr para mejorar su salud y terminan entrenando para una maratón. Otros que comienzan arreglando una prenda, lo que deriva en cursos de costura, la compra de una máquina semiprofesional y la creación de ropa. O quienes descubren pasión por las fotos con el celular y terminan comprando una cámara analógica, revelando rollos y vendiendo prints en ferias. O quienes pintaban  para relajarse y terminan tomando talleres de técnicas mixtas, vendiendo láminas y abriendo una tienda online. 

El acto de “desconectar” se convierte en una rutina casi profesional, con desafíos creativos mensuales y objetivos de producción. El disfrute personal muta a una experiencia compartida (como el que descubre la comida casera y termina organizando veladas para amigos y hasta desconocidos) o los que transforman la búsqueda de disfrute en comunidad (de leer libros por placer a organizar un club de lectura).

Este frenesí por los hobbies no es nuevo, pero en los millennials -hoy en sus treintas y cuarentas- se manifiesta de forma única. Cargan con una historia de hiperexigencia: crecieron en un mundo donde cada actividad era un ítem de currículum o un logro y ahora, en plena adultez, redescubren el juego, la calma, la creatividad pero sin poder hacerlo del todo casual.

Mensaje para los negocios: Para las marcas, comprender esta relación proporciona una perspectiva acerca de cómo las actividades de ocio funcionan como contrapeso a los factores estresantes modernos pero con nuevos matices. Si los beneficios emocionales (calma, fluidez pero también ambicioń, dominio) son ahora un foco de atención, ¿qué nuevas oportunidades abre esto para las marcas? ¿Cómo pueden adaptar su narrativa o ser partícipes del nuevo espacio y una nueva energía que se abre para conectar con esta generación?

NEOCONECTIVIDAD

Google y una una IA que promete cambiar la forma de probar y comprar ropa

En su última apuesta por transformar la experiencia de compra online, Google presentó una nueva función de inteligencia artificial que permite a los usuarios probarse ropa de manera virtual, sin salir de casa.

La tecnología -disponible inicialmente para productos de moda femenina en Estados Unidos- permite visualizar cómo se ajusta una prenda en cuerpos reales, con distintos tonos de piel, talles y formas. Basta con elegir una prenda y un modelo similar al propio cuerpo para ver cómo caería realmente esa prenda, sin depender de imágenes editadas ni siluetas estandarizadas. Este desarrollo utiliza un modelo generativo de IA que simula el comportamiento de la tela sobre diferentes contexturas físicas. ¿El objetivo? Reducir las devoluciones, mejorar la confianza en la compra y personalizar la experiencia en un mercado cada vez más competitivo.

Google no es el único jugador en este terreno. Amazon, Zalando y Shopify ya exploran soluciones similares, y marcas como Nike y H&M experimentan con probadores virtuales mediante realidad aumentada o tecnología de escaneo corporal. Incluso Snapchat, a través de sus lenses, permite probar zapatillas o maquillaje desde el celular.

Esta tendencia responde a una demanda clara del consumidor: experiencias más inmersivas, personalizadas y realistas que eliminen fricciones al momento de comprar. En un entorno donde el ecommerce crece pero también se sofistica, la IA se vuelve una aliada clave para mejorar la conversión, optimizar la logística y ofrecer valor agregado. Al reducir el margen de error, aumentar la confianza y ofrecer mayor inclusión (al mostrar cómo luce una prenda en cuerpos diversos), la prueba virtual disminuye devoluciones y mejora la experiencia de usuario, dos temas clave para cualquier retailer de moda.

Mensaje para los negocios: La pregunta ya no es si sumarse a la inteligencia artificial aplicada a la moda, sino cómo hacerlo de forma que conecte realmente con las personas. Este tipo de herramientas redefinen el rol del ecommerce, transformándolo en un espacio de exploración, juego y descubrimiento. Ya no se trata solo de elegir un producto, sino de habitar una experiencia de compra más intuitiva, que acompañe mejor los hábitos y expectativas del consumidor digital.

CONCIENCIA DE LA RESPONSABILIDAD

Circularidad como servicio: del producto al ecosistema

La economía circular está atravesando una evolución clave. Ya no se trata solamente de reciclar o usar materiales reutilizables, sino de reformular la relación entre consumidores y productos. En este nuevo paradigma, las marcas no venden objetos: ofrecen soluciones sostenibles en formato de servicio, reduciendo el desperdicio y prolongando el ciclo de vida útil de lo que producen.

En la lógica de consumo tradicional, el modelo era simple: fabricar, vender, usar y descartar. Incluso las prácticas “verdes” quedaban limitadas a la fase final del ciclo. Pero hoy, en un contexto de mayor conciencia ambiental, presión regulatoria y exigencia de los consumidores, las marcas están incorporando la circularidad desde el diseño hasta el modelo de negocio. El enfoque “as a service” es clave. Implica repensar el producto como una experiencia de largo plazo que puede incluir reparación, alquiler, recompra o reventa.

IKEA implementó en varios mercados europeos un programa de recompra de muebles usados. El cliente devuelve lo que ya no usa, recibe un cupón de crédito y el producto reacondicionado vuelve a circular. En algunos países, ya está testeando el alquiler de muebles como servicio. Patagonia a través de su iniciativa Worn Wear, alienta a reparar y reutilizar prendas. Además de reventa de productos usados, ofrece talleres para enseñar a los usuarios a alargar la vida útil de su ropa.

Decathlon, con su servicio Second Life, recolecta y reacondiciona artículos deportivos. En Francia y España, los clientes pueden dejar productos usados en tiendas para ser revisados, reparados y revendidos con garantía. Mud Jeans, marca holandesa de denim sostenible, permite alquilar un jean. El consumidor paga una suscripción mensual, y al cabo de un año puede quedarse con el pantalón, devolverlo o cambiarlo por otro modelo. Así, la marca cierra el ciclo y reutiliza materiales.. Apple amplió su programa de Trade In, que permite entregar un iPhone viejo a cambio de crédito para uno nuevo.

Este giro hacia la circularidad como servicio responde a múltiples factores: Consumidores más exigentes (la Gen Z y los millennials priorizan marcas con impacto ambiental positivo, pero también buscan practicidad, accesibilidad y flexibilidad) pero también nuevas regulaciones (desde la UE hasta algunos mercados en América Latina, empiezan a exigirse prácticas de economía circular en sectores clave). Por último, costos y rentabilidad, reacondicionar puede ser más rentable que producir desde cero.

Mensaje para los negocios: En un mundo donde ya no alcanza con vender productos sostenibles, la circularidad como servicio se convierte en una ventaja competitiva concreta. Retener al cliente en un servicio recurrente es más valioso que una venta puntual y en un mundo con cientos de productos similares, la experiencia circular se vuelve un diferencial: ¿cómo pueden las marcas seguir generando valor, incluso después de la venta?

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